lunes, 4 de agosto de 2008

Sitges, Barcelona

PLAN VERANIEGO CERCA DE BARCELONA

Ahora que viene el verano Sitges es una de las localidades que nos vienen a la mente a todos los que vivimos en Barcelona, ya que cerca de Barcelona es seguramente la ciudad costera con playa con más encanto que puedes encontrar a pocos kilómetros que no te obliguen a "pernoctar" y por tanto gastarte unos dineros de más en un hotel.
Sitges es una localidad con una belleza más que contrastada que además de vender la playa ha sabido vender su cultura y su historia. Así, los encantos de Sitges pasan a ser:

- Su playa, con un microclima privilegiado, en Sitges siempre hace sol, no sé por qué razón metereológica extraña, mientras en el resto de la costa catalana hay nubes, en la playa de Sitges hace un sol espléndido que nos ayuda a pasar un fantástico día a base de baños solares.

- Lugar emblemático de la historia de Catalunya, con el Cau Ferrat, la cuna del Auca del Sr. Esteve de Santiago Rusinyol hacen de Sitges uno de los lugares en los que más fuerte irrumpió tanto el noucentisme como el modernismo, y así dotarlo de un valor histórico-cultural del que no pueden presumir muchas localidades costeras. Así, Sitges es cuna de discusiones literárias y artísticas siendo cuánto menos un recuerdo de lo que llegó a ser, y eso ya es mucho.

- Sitio moderno y culturalmente actual. Sitges viene a ser en Catalunya lo que San Francisco es en Estados Unidos, así se ha vuelto una de las localidades europeas centro del movimiento gay en el que la libertad y la falta de juicios sobre las condiciones sexuales de cada uno hacen que la convivencia sea más que enriquecedora ya que Sitges no se ha convertido en un gueto sinó que se ha convertido en un centro de convivencia entre diferentes estilos de vida, encrucijada de culturas que acaban definiéndose por el color del bikini o bañador y algún que otro arete en la oreja. Extrañamente todos nos quemamos por igual bajo las inclemencias de Don Lorenzo, independientemente de las inclinaciones sexuales. A unos el sol afecta más que a otros, ya que en Sitges tenemos una de las más famosas playas nudistas de la costa catalana, y es que el pudor no existe, todos somos libres y vivamos la vida.

- Localidad pesquera y de ocio. Como pueblo pesquero todavía hoy en día existe una flota pesquera que se entremezcla con los barcos y barquitos de la gente de bien que sin otro ánimo que no querer ensuciarse con arena ancla a unos pocos metros de la playa para disfrutar así de los mismos placeres que la resta de los mortales. Así el puerto de Sitges pasa a ser un placer para los sentidos, sobretodo el de la vista, ya que si no te conformas con disfrutar de la vista de los yates de recreo que anclan en el puerto también uno se puede distraer con la visión de los mejores coches de lujo que podamos ver en las carreteras del país, en este caso parados y con sus dueños unos cuántos metros mar adentro.

Bueno, un poco después de hablaros de lo que yo entiendo y me gusta de Sitges os explico un poco más lo que hago en Sitges y porqué me apasiona esta localidad. Así, un día de divertimiento en Sitges en mi caso se define de esta manera:

1- Ir a la playa. Después de levantarme prontito, en un par de horitas ya estoy en la arena, no tengo predilección por ninguna de las playas de Sitges ya que todas me gustan por igual, lo único que sí que busco es que tengamos un trocito de playa para nosotros y así poder disfrutar del sol, la gente, las vistas etcétera. Sin embargo siempre acabo estando en las playas que dejan a la iglesia a mano izquierda mirando al mar. La playa acostumbra a estar muy limpia y muy llena, pero siempre encuentras algún sitio donde plantar el campamento. Ya desde la playa llamamos a un restaurante y reservamos para ir a comer una paellita.

2- Camino de la Playa al restaurante. El restaurante al que vamos está dentro del puerto casi entre los yates :p Está a unos 20 minutos andando desde las playas que os he comentado y es una manera fantástica de hacer un poco de hambre. Así que bañandor puedo, sin camiseta nos ponemos a caminar, tranquilamente pasando por la iglesia, paseando por el resto de playas, pasar por la playa nudista, una miradita con el rabillo del ojo y al final llegar al puerto.

3- Restaurante. En el restaurante ya tenemos reservada una mesita en la terrazita, con vistas a los diversos barquitos y nos pedimos unos entrantes (chipironcitos, navajas, berberechos, etc) y luego una paellita, todo ello aderezado con unas botellitas de Viña Sol de Torres y adelante, que la vida son dos días. Acabamos de comer a una hora prudencial después de una sobremesa a la española y debemos de hacer el camino de vuelta de manera que podamos bajar la comida y la bebida…

4- En el camino de vuelta nos dedicamos a pasearnos por Sitges, visitar las tiendas que venden esas cositas que encantan a las mujeres y así pasamos una tarde de paseo relajado más que divertida. Volvemos a llegar al paseo marítimo, nos tomamos algo para paliar la sed de caminar bajo el sol y ya estamos preparados para coger el coche y volver a Barcelona, lo suficientemente cansado como para poder sentarte en el sofá de casa, poner alguna película en DVD y quedarte dormidito hasta el día de mañana.

Bueno, esta es mi manera de pasar un día en Sitges, espero que os parezca un buen plan, y si no os lo parece pues comentádmelo, a ver si me estoy perdiendo algo!

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