lunes, 4 de agosto de 2008

Playa de Macarella, Menorca

NO ES PARADISÍACA PERO A MI YA ME VALE

Para poder quitarnos un poco la sensación de que vivimos en un mundo totalmente industrializado en el que muchas veces nos planteamos quien vive más feliz, si nosotros con todas nuestras comodidades o los habitantes de la selva que viven como hace miles de años…

Al tener estas dudas, cuando tenemos unos días de vacaciones y nos libramos de nuestros curriculums, dejamos los atascos, la aglomeración, etc. tenemos la tendencia de buscar justamente lo contrario, y es muy lícito buscarlo, ya que uno siempre busca lo que no tiene. Así, los que tienen mucho dinero se gastan un pastón en busca de estos lugares idílicos increíbles y la inmensa mayoría, entre la que me encuentro busca desesperadamente los últimos rincones más o menos vírgenes que podemos encontrar a nuestro alrededor.

Por desgracia, así pensamos la mayoría de la gente, así que todo aquello que tiene fama de no estar explotado se acaba explotando sin contemplaciones por todos aquellos que creemos defendemos la no destrucción de los entornos todavía no destrozados, o mejor dicho, biosferas protegidas.

Esto es lo que pasa con la preciosa playa de Cala Macarella, situada al sur de la isla de Menorca es una de sus calas más conocidas, y por ende más visitadas.

No cabe duda de que es una playa mucho más conservada que la mayoría de playas que conozco, como las de la costa catalana, y que para los que estamos acostumbrados a las playas víctimas del boom del turismo y de la especulación con el suelo del litoral, esta cala destaca por la total ausencia de edificios a su alrededor. A excepción de un chiringuito que se agradece por la necesidad en verano de tomarte algún refrigerio y así no ser víctima del sol de justicia que nos azota.

Así que ya solo la ausencia de edificios ya nos dan ese aire de lugar idílico paradisíaco, a lo que se suma que sus aguas, y debido a casi la total ausencia de industria en toda la isla, está totalmente clara y limpia (propiedades que en teoría deberían ser intrínsecas para el agua pero que por desgracía solo es en teoría). Así la playa está perfectamente complementada por unas aguas cristalinas que hacen más placentero el baño en la misma, por no hablar d poder practicar el Snorkel, no para hacer competición de "a ver quién ve más plásticos en el agua" sino para ver peces, rocas y todo eso que se quiere ver al hacer snorkel.

La situación de la playa es además excepcional, ya que donde deberían estar los hoteles, restaurantes, apartamentos y otros edificios de óxido extrañamente hay un bosque de pinos precioso. ¿Sería así la costa que yo conozco antes de tantas construcciones?

Así que el lugar es idílico, y que sin aglomeración debe ser maravilloso, pero tanta es la fama que tiene la cala que todo el mundo que visita Menorca se acerca en algún que otro momento a la cala en cuestión. Y claro, las consecuencias de ello es la aglomeración. Así, no será como en otras calas de Menorca en las que puedes convivir con 10 personas como mucho en toda la cala (hecho que provoca una cierta tendencia al nudismo aunque uno no sea practicante), pero eso no te pasará en Cala Macarella, ya que es visitada como la mayoría de playas al uso.

Quizá no está todavía más masificada por la dificultad en el acceso. No es como en otros lugares de la isla, a los que no es posible llegar por ninún medio de transporte al uso (coche o motocicleta) y se llega después de largas caminatas. Este no es el caso de Cala Macarella al que casi se llega en coche y solo se debe caminar 5 minutos, o no. Me explico, casi al final del camino te dan dos opciones, pagar 5 Euros e ir por un camino particular hasta muy cerca de la playa o no pagarlos y aparcar en un parking público que te deja a media hora de camino. Nosotros, como buenos turistas que no miran por los gastos mínimos pagamos los 5 euros con tal de no pegarnos una caminata más y acabar con una insolación deshidratada. Nuestra sorpresa cuando una chica que no había pagado nos comentó que no eran 30 minutos de camino, que como mucho eran 10. Siempre te toca pagar novatada, pero bueno, la próxima vez no pagaremos, ya os explicaré que tal.

Una anécdota curiosa es que en el camino hacia la playa te encuentras con personas sentadas en una silla con una mesa en los caminos que van apuntando la cantidad de coches que pasan por la carretera. Supongo que son los caminos privados que luego se cobran su parte proporcional de los 5 Euros, pero no llegamos a averiguar que hacía, si alguien lo sabe ya dirá, ya que me pareció muy curioso y sacrificado.

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