sábado, 2 de agosto de 2008

Hotel Alcora, Sevilla

O TENGO MUCHA SUERTE O VALE MUY MUCHO LA PENA

La semana pasada visité Sevilla por lo que me alojé en este Hotel durante 3 noches. Cabe destacar que como cualquiera cuando va de turismo puro y duro lo único que necesitaba era una habitación céntrica y barata para dormir.
Al saber que tenía vacaciones unos pocos días antes del puente, todos los hoteles de la ciudad parecían estar llenos así que finalmente tubimos que coger un hotel en lo que parecían ser los alrededores de Sevilla... como ibamos a ir en coche el problema era menor, aunque siempre es un engorro, sobretodo cuando uno piensa en un buen tapeo con un vinito cada noche...

Hasta aquí una vulgar crónica de turista peninsular...
El hecho es que reservamos por internet, más concretamente en Bancotel (de la que espero escribir una opi próximamente), y... primera sorpresa: Un hotel de 4 estrellas que sólo pide un talon de 50€ por noche en habitación doble.

Miramos la web del hotel y nos convence. Compramos. 3 noches por 150€ en un hotel, que si tiene 4 estrellas tan mal no estara, ¿no? Así que al menos tenía una habitación barata que no céntrica.

LLEGADA

¡Sorpresa! Es un megahotel (pensado para la Expo del 92) con unas dimensiones expectaculares. No vemos el fondo, el techo lo vemos con problema, todo son luces, balcones y fuentes en el interior. Si las habitaciones son del estilo triunfamos.

HABITACIONES

Entregamos los talones de Bancotel, suponiendo que nos iban a dar las habitaciones más cutres del lugar. Pero no, nos dan una suite junior. Increíble!!!! Por 50€ la noche estamos en una suite junior doble cuyo precio normal (y si miras ahora por Internet lo comprobarás) es de 228€ la noche. Vamos bien.
La habitación perfecta. Era una habitación duplex, con un sofà para 3 personas con vistas a la tele. Una mesita con un par de sillones para descansar, una neverita, una caja fuerte... pero... ¿y la cama? ¿Y el lavabo? ¿Arriba! Sí, subes por unas escaleras y arriba tienes la cama de matrimonio con su baño de rigor. Baño con sus productos para la higiene personal, secador de pelo, etc.

De ensueño. Lo único malo las vistas, teniamos una vista privilegiada del parking exterior a primera línea del Carrefour de enfrente.
Sobre el parking, tiene un parking exterior la mar de grande, con un parking cerrado que no llegué a ver, no parecía mala zona como para no aparcar fuera en la calle.

La higiene perfecta, al nivel de un 5 estrellas

¿HOTEL CÉNTRICO?

A pesar de estar situado a las afueras, en San Juan de Aznalfarache, era extremadamente céntrico. Me explico. Cada hora en punto salía un autobús que te dejaba en 15 minutos exactos en la Universidad de Sevilla, a 5 minutos andando de la Giralda. Y a las menos cuarto de cada hora salía uno de la Universidad al Hotel. !Un lujo! No tenías que cojer el coche para nada, sin problemas para aparcar en la ciudad, sin miedo a multas, sin miedo al vino... Un gran servicio, y encima gratis. Chapó!!!

OTROS SERVICIOS

De tema cena, comidas y desayuno no puedo opinar, ya que todas las comidas las hicimos en Sevilla. Tan solo preguntamos por el menú de la cena y por 18 € te daban una ensalada mixta, pez espada, postre y bebida. Así que decidimos volver a Sevilla y tomarnos unas tapitas! :)

Tienen infinidad de servicios tales como gimnasio, sauna, piscina, salas para convenciones y presentaciones, piano-bar, etc. La verdad es que no provamos ninguno por lo que no puedo opinar sobre ello.

Lo único es que tenían ordenador con Internet para el que quisiera. Sólo había uno pero no tubimos problemas en utilizarlo para mirar lo que quisimos.

POCOS CONTRAS

Los dos únicos contras que le encontré fue que al ser tan grande y con tanto personal, parece que pasa a ser algo impersonal.

El otro es que la calefacción era centralizada, sin opción de regularla en la habitación. Para mí estaba un poco demasiado alta. Pero bueno, se lo perdonamos ;)

CONCLUSIÓN

Si quieres ir a Sevilla, entra en Bancotel y reservalo! Te aseguro que por 50 € la noche no vas a encontrar nada mejor. Una muy buena impresión la que me llevé.

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